las fotos marcadas con (AR) son de Anabel Ruiz (de ABG)
La excursión final del curso la teníamos pensada casi desde enero (¿o antes?). Pablo había ido a hacerla tres veces por lo menos, para ver variantes, posibilidades, etc. Aun así, hemos de decir que hemos cometido un fallo bastante importante, que podía haber sido bastante más "molesto" de lo que resultó: había un cruce que una parte del grupo no cogió correctamente, y anduvieron un rato de más hasta que nos dimos cuenta.
A pesar de que somos muy meticulosos en todo el proceso de preparación, una y otra vez aprendemos que ocurren situaciones que no te esperas.
Asistimos 32 personas entre mayores y niños; esta vez más de Morlans que de Ferre (primera vez que ocurre). A la ruta, que se inicia en uno de los rinconcitos de Aralar: Amezketa, accedíamos en bus y era circular (los puntos de salida y llegada distan unos 500 metros).
Consistía en acceder al barranco de Arritzaga por pista y sendero, para llegar a las antiguas minas de cobre de Buruntzuzin, para después subir a Artubi, que es un pico de más de 1200 m que se pertenece a las Malloak, enorme anfiteatro que se asoma al valle de Araitz.
Los 32 participantes subíamos siguiendo al guía de la jornada, Pablo, a buen ritmo y bastante compactos. Una primera parte sombría por un sendero bastante embarrado, luego el puente sobre el saltarín torrente de Arritzaga, el sendero de verdadera montaña que zigzaguea sin descanso... A mitad de camino asomaba una deslumbrante cascada que bajaba desde la base del Larraone, y que en varios saltos desaguaba con gran belleza en el fondo del valle. Una delicia que se puede degustar en pocas ocasiones.
Entre estas revueltas y la base del contrafuerte occidental del Artubi ("Bagoneta ertza") hay una fuente con vaso y cadena, donde hicimos una mini-parada. A partir de aquí el valle se abre y el torrente surge en varios saltos de enorme fuerza y belleza, rodeados de brillantes pastos y caliza.
Después pasamos por las antiguas minas y sus vagonetas, y paramos un rato en la borda anexa. Aquí hicimos el hamaiketako. Paramos unos 20-25'.
El tiempo permanecía oscuro, nuboso, pero seguía sin precipitar y la luz iba subiendo en intensidad a ratos. Había cierta esperanza. Pablo nos llevó a la cercana entrada a la mina, en la que algunos entraron unos cuantos metros. De seguido retornamos sobre nuestros pasos unos 100 metros para seguir subiendo a las zonas altas del valle para acometer, no el ascenso al Artubi (a todas luces un objetivo fuera de nuestro alcance), sino ir bordeando por el sendero GR para acceder a la base del Zabalegi y continuar el descenso hacia Amezketa.
Una vez en la base del pico, decidimos separarnos, siendo la mayor parte del grupo los que tiramos hacia cima, y los menos seguir la bajada tranquilamente y buscar una campa para comer y esperar al resto.
La subida a cima es sencilla, aunque requiere su esfuerzo, no desdeñable. Sin duda, estamos en plena montaña, y "pocas bromas". Las afloraciones de caliza son constantes y requieren atención para no darse con la espinilla o torcerse el tobillo (mi hijo Aimar se dio un buen coscorrón con una roca al resbalar).
Finalmente nos juntamos todos en la cima. Yo veía a la gente muy contenta, la verdad. Los niños firmaron las txartelak que nos preparó María Ulzurrun de ABG el año pasado. Esta txartela da fe de nuestra ascensión, y la tradición manda que el mendizale que la recoja, le reenvíe a la dirección del que la depositó. El año pasado nos la enviaron (Auza-Gaztelu) y esperemos que este también.
Una vez en la base otra vez, constatamos que una niña tenía probemas con sus rodillas, así que fraccionamos otra vez el grupo. Yo envié hacia delante a Martín (le di mi
walkie) con todos y yo me quedé esperando a la citada niña, con la que bajé. Sus padres iban cerca, pero bajando conmigo era más fácil que no se quejara, cosa que así fue. Se comportó fenomenalmente; mostró mucho pundonor, asumiendo que tal vez estaba pagando su atrevimiento de subir a cima (hoy me la he encontrado en la calle y me ha prometido que no tiene agujetas).
A decir verdad, es recurrente en este tipo de salidas, asombrarnos y certificar que la gran mayoría de los niños (estamos hablando de edades entre 7-11 años) tiene un rendimiento excepcional. Tras 12 km. y casi 1000 metros de desnivel de subida ( y otros tantos de bajada), estaban todos como rosas. Yo el lunes a la mañana no noté a mis hijos nada
resacosos ni especialmente cansados...
Siempre coincidimos, así mismo, que lo más determinante en estas salidas "de andar", es que estén acompañados por otros "iguales". Es cuando disfrutan; realmente
fluyen.
Como escribía al principio, tras el estrecho-embarrado-y-rocoso sendero (pero, ay, ¡qué paisaje!), el grupo de Martin no fue debidamente guiado desde la zona donde estaban comiendo los primeros, y equivocaron la ruta durante unos 200-300 metros, cosa que a los organizadores nos disgustó bastante, y por lo que desde aquí pedimos disculpas. Somos conscientes que en este tipo de entorno, estas situaciones son fáciles que ocurran, y por ello hay que ser extremadamente exigente con nosotros mismos para mantener el grupo seguro y sin exigirle esfuerzos suplementarios. Dicho esto, agradecemos la comprensión que mostró el grupo para con nosotros.
Diez minutos después, ya todos juntos por fin, sacamos los bocatas (que ya era hora) y dimos cuenta de ellos sobre las rocas o sobre la hierba, en un precioso paraje, a medio camino entre la zona alta del monte y el bosque inferior. Aun nos quedaban más de 3 km. para llegar al bus y al bar de San Martín...
Aquí realizamos los sorteos de material: tres camisetas de Izadi, una del bar Kimboa, y una estupenda mochila "Ternua" (ver nota abajo).
A eso de la cuatro y cuarto de la tarde re-emprendimos la marcha, ya sin descanso hasta la meta, por un bosque con un camino nada cómodo, para seguir con la tónica de la bajada.
El bus de "Alegría" se encontraba aparcado en el parking junto a la ermita de San Martin (qué bello lugar, frente a Zabalegi, Arritzaga y el Txindoki), junto a la cual se encuentra la casa-bar donde los compañeros estaban ya tomando algo (yo llegué último con las dos jabatas de 5º).
Repito que, por lo que vi, los asistentes estaban contentos, y afortunadamente no hubo lesionados, aunque casi todos nos pegamos algún culetazo o resbalón (a Pablo hasta se le despegó la suela de una de sus botas).
Creemos que los tres organizadores actuales de Amara Berri Gurasoak ABMM seguiremos en el curso siguiente. Agardeceríamos alguna incorporación para ir preparando mi relevo. Probablemente la primera actividad del mismo sea en octubre, y además junto con los compañeros de Euskara Batzordea de Amara Berri Gurasoak.
Si hubiera por aquí algún fan del control de los tiempos parciales/totales, desniveles y explicaciones detalladas de las excursiones realizadas, nuestro compa Pablo nos ha pasado a limpio sus exhaustivas notas de la excursión de Aralar del pasado día 15. Os las dejamos aquí abajo:
REALIDAD REALIZADA EL 15/05/16:
- Salida de bus Morlans a las 8:45 h. y de venta del curro a las 9:03 h.
- 9:45 h. Llegamos a Amezketa y salimos de la curva del baserri de la entrada.
- 10:25 h. Llegada del completo del grupo a la “entrada” del barranco de minas.
- 12:00 h. Llegamos el grueso al “museo” de las minas de Arritzaga. Hemos subido despacio, sin casi parar. Al llegar al collado el viento nos ha dejado helados y hemos seguido hasta el hamaiketako. Aquí tampoco se podía estar mucho tiempo y hemos ido cambiando el plan sobre la marcha. Como iba a levantar, hemos ido a ver la entrada de la boca principal de la mina. Hemos decidido subir por el GR121 hasta el collado y de allí bajar a Amezketa. A las 12:20 h. en marcha otra vez.
- Hemos subido hasta Buruntzuzurin, donde ha despejado por momentos y hemos visto parte del valle y de la subida al collado de Astunalde (acceso a Artubi, Balerdi, Oakorri).
- 13:00 h. Collado. No hacía frío y hemos podido esperar al grupo sin problemas. La hora es de llegada de la última persona. Pequeño descanso, está bastante cerrado y cuando empezamos a bajar, empieza a cambiar el panorama, cada vez vemos más, hasta el Zabalegi, el collado. Decidimos bajar hasta el cruce de caminos que conozco…
- 13:20 h. Reagrupamiento y decisiones. Parece que nos animamos a subir al Zabalegi. Al principio dos-tres, los críos que sí, luego que no, luego que sí. Al final, se van todos para arriba menos diez (7 críos y 3 adultos) que nos vamos para abajo, al collado de Andregoenea (al cartel, cruce de caminos), a comer.
- 14 h. Por el talkie oímos "¡cima!", mientras nosotros llegamos al collado a buscar un hueco con algo menos de viento. Nos sale el sol, comemos, risas y eso...
- 15:35 h. Nuevo reagrupamiento de todo el grupo en Andregoenea, tras previo despiste organizativo y casi cagada gorda en desvío de GR121 por camino balizado tras marcha o carrera de montaña (postes-plásticos más camino muy pisado).
- A las 16:15 h. nos vamos para abajo, que nos quedan 400 mts. de desnivel (el cartel reza 3,3 km – 1h12 a San Martin).
- 17:37 h. Tras otra bajada con más barro y piedras, por bosques estupendos; el grupo al completo llega a la ermita y BAR de San Martin, donde hay quien se cambia, hay quien no, hay quien no para de correr (aún descalzo) y descansamos al sol un rato.
- 18:15 h. Tod@s al bus. Dejar cosas, último vistazo y carretera.
- 19:00 h. Tras descarga previa en Morlans, descarga el autobús en la venta del curro y se terminó por este año 2016.
Resumen: 8 h. totales (menos 8 minutos) para dar la vuelta completa TODO el grupo. Media hora más del tiempo más largo que yo tenía previsto.
Desnivel positivo según mapas (1091-290 m)= 800 mts. para la gente de cima.
Desnivel positivo según mapas (1000-290 m)= 710 mts. para la gente del collado.
Desnivel negativo según mapas (1091-309 m)= 782 mts para la gente de cima.
Desnivel negativo según mapas (1000-309 m)= 690 mts. para la gente de collado.
Por comparar: el Txindoki son (1300-400 m)= 900 mts. de desnivel positivo y negativo desde Larraitz. Ahora, por la normal hay bastantes menos piedras.
Abajo, el "rutón", en wikiloc.
(**)
Los sorteos se realizan entre los ASISTENTES ADULTOS con un "boleto por familia". Si en la familia del niño no hay ningún adulto no se cumplen las condiciones para entrar en el sorteo, ni por edad, ni por asistencia. Por lo que se procederá a volver a realizar el sorteo. En cualquier caso, son los organizadores, a "pie de calle" los que tienen la última decisión en caso de darse situaciones no contempladas.
