viernes, 13 de febrero de 2015

"La educación temprana en la naturaleza una inversión en calidad de vida, sostenibilidad y salud". Katia Hueso Kortekaas y Emma Camina Garrido


"Cuando rememoramos la geografía de nuestra infancia, nuestros recuerdos más gratos están indefectiblemente asociados a la naturaleza: un solar, una playa, un bosque, una montaña, algún animal…

Está demostrado que las experiencias tempranas con la naturaleza condicionan nuestra actitud hacia ella en la edad adulta. Por otro lado, también está comprobado que el contacto temprano con la naturaleza tiene efectos tanto preventivos como terapéuticos sobre la salud. 

Cuanto más regular y frecuente es ese contacto, más potentes y duraderos serán los efectos, tanto en un sentido (actitudinal) como en otro (salud y bienestar)... "

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