En la Edad Media, los vecinos dejaban crecer los Robles hasta cierta altura y después los talaban, formando una dehesa donde pastaban las ovejas y otros animales. De esta forma conseguían leña para la casa, y las bellotas eran alimento para los animales de la granja. Cuestión de supervivencia.
Actualmente, en 385 Ha. hay 608 árboles de la menos 500 años de antigüedad.
Se trata de un conjunto único incluso a nivel europeo, hasta el punto que ha sido visitado por biólogos de varios países.
Un sendero de pequeño recorrido (marcas blancas y amarillas) desde la aldea de Munain nos da la vuelta al bosque, en unos 5 km. (Ojo, mucho barro tras días de lluvia).
Info: revista Euskal Herria
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